GAFI impulsa la Debida Diligencia Simplificada para Inclusión en Chile

Descubre cómo las directrices del GAFI sobre Debida Diligencia Simplificada frenan el de-risking y potencian la inclusión financiera y el compliance en Chile.


Durante años, existió la idea errónea de que un mayor cumplimiento normativo implicaba aplicar los controles más estrictos a todos los clientes por igual. Esta práctica, lejos de proteger al sistema, generó el fenómeno del de-risking (cierre indiscriminado de cuentas a sectores percibidos como riesgosos) y fomentó la exclusión financiera.

Recientemente, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ha reforzado su mensaje con nuevas directrices públicas: la inclusión financiera y la prevención del lavado de activos (PLA) son objetivos complementarios, no opuestos. Para lograr este equilibrio, la herramienta clave es la Debida Diligencia Simplificada (DDS).

En el contexto chileno, donde la bancarización y el ecosistema Fintech crecen aceleradamente, entender y aplicar estas directrices es vital para los oficiales de cumplimiento.

 

El Enfoque Basado en Riesgo: No todo es Blanco o Negro

 

El corazón de las recomendaciones del GAFI y de la normativa de la UAF en Chile es el Enfoque Basado en Riesgo (EBR). Este enfoque dicta que los controles deben ser proporcionales a los riesgos identificados.

El GAFI ha sido enfático: aplicar medidas de Debida Diligencia Intensificada (DDI) a escenarios de bajo riesgo no es "mejor compliance", es una mala gestión de recursos. Si un sujeto obligado trata a un pequeño emprendedor o a un usuario de una cuenta de bajo monto como si fuera una corporación multinacional, está creando barreras de entrada innecesarias que empujan a las personas hacia la economía informal (el efectivo), donde el rastreo de fondos es imposible.

 

DDS como antídoto contra el 'De-risking'

 

El de-risking ocurre cuando las instituciones financieras deciden terminar relaciones comerciales con categorías enteras de clientes (como ONGs, remesadoras o ciertos sectores vulnerables) para evitar costos de cumplimiento, en lugar de gestionar el riesgo caso a caso.

Las nuevas directrices del GAFI instan a los países y al sector privado a utilizar la Debida Diligencia Simplificada como un mecanismo para evitar esta exclusión. Al simplificar los requisitos de identificación y verificación para productos de bajo riesgo (como cuentas de ahorro básicas o seguros inclusivos), se logra:

  1. Mantener a los usuarios dentro del sistema financiero regulado.

  2. Aumentar la trazabilidad de las operaciones.

  3. Reducir el uso de efectivo, que es el principal vehículo para el lavado de activos.

 

Ventajas de implementar correctamente la DDS en tu empresa

 

Para los sujetos obligados en Chile, adoptar correctamente la Debida Diligencia Simplificada no solo es un mandato regulatorio, sino una ventaja competitiva. Al calibrar tus matrices de riesgo con herramientas como Regcheq, puedes obtener los siguientes beneficios:

  • Optimización de Recursos: Permite que los equipos de compliance enfoquen su tiempo y esfuerzo en analizar los casos de alto riesgo real, en lugar de perder horas en validaciones rutinarias de bajo impacto.

  • Mejora en la Experiencia del Usuario (UX): Un onboarding digital ágil, con menos fricción y requisitos documentales ajustados, reduce la tasa de abandono de clientes y acelera la apertura de productos.

  • Reducción de Costos Operativos: Automatizar procesos simplificados es mucho más económico que mantener procesos manuales intensivos para toda la base de clientes.

  • Cumplimiento Normativo Preciso: Demuestra ante la UAF y el regulador que la entidad comprende realmente su exposición al riesgo y aplica controles lógicos y fundamentados, evitando sanciones por sub o sobre-cumplimiento.

  • Fomento de la Innovación: Facilita la creación de nuevos productos financieros dirigidos a segmentos no bancarizados, alineándose con el espíritu de la Ley Fintec.

En conclusión, la Debida Diligencia Simplificada no significa "bajar la guardia", sino ajustar la defensa. Es la herramienta que permite a las empresas en Chile ser guardianes del sistema financiero sin convertirse en barreras para el desarrollo económico y social.

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